miércoles, 20 de enero de 2016

EL REFORMISMO EN LA COYUNTURA POLÍTICA ACTUAL

  • Pareciera un gran atrevimiento, estimular la discusión y el debate sobre el reformismo en la coyuntura política Venezolana, sus practicas y políticas perniciosas en momento en que luchamos contra una profunda ofensiva del imperialismo norteamericano, que busca todos los acomodos diplomáticos y mediáticos para tener la posibilidad de asaltar la revolución Bolivariana.
  • Pareciera que solo se impone una gran alianza de todas las fuerzas de la nación para enfrentar al imperio y cualquier distracción de las mismas (llámese: discusión, debate, enfrentamiento) pudiese verse como un atentado a la unidad.
  • Por supuesto que se impone una profunda unidad del pueblo Venezolano, sus organizaciones y partidos políticos para poder enfrentar con éxito las pretensiones del imperio. No existe posibilidad (ya nuestro pueblo lo ha demostrado) de victoria contra la nueva fase del capitalismo que con la unidad y movilización de los pueblos, no vale aquí ejercito fuerte por si solo, son los pueblos los que históricamente han derrotado a los imperios. En ese sentido el impulso y desarrollo de un gran frente antiimperialista existente de hecho representa una de las tareas cruciales de la revolución Bolivariana.
  • Pero al lado de esto se impone un profundo debate y una lucha constante contra uno de los males más difíciles de erradicar de todos los procesos revolucionarios y que ha sido protagonista de las derrotas de algunos movimientos revolucionarios del mundo y sobre todo de Latinoamérica. Fresco están las derrotas del pueblo Chileno 1973 y de los Sandinistas de Nicaragua, que entre varias razones de sus derrotas se puede contar como principalísima el que sus movimientos estuvieron impregnados de reformismo.
  • Para los Bolivarianos no solamente es necesario sino imprescindible, que afinemos conceptos y establezcamos practicas que logren apretecharnos contra este mal, de tal manera que la profundización del proceso revolucionario bolivariano, se realice en primer lugar con la participación política del pueblo en todos los quehaceres políticos, culturales y económicos y que en el enfrentamiento contra el imperialismo estemos preparados para enfrentarlo en cualquier circunstancia.
  • Por lo demás apreciamos que en estos momentos de ofensiva revolucionaria del pueblo Bolivariano, las practicas , conceptos y procedimientos reformistas están ala orden de día, dirigen el proceso, lo alimentan con sus practicas y pese al esfuerzo sobrehumano que realiza todos los días nuestro presidente están amenazándolo, y podrían dar al traste con nuestra hermosa revolución. Se trata en última instancia de derrotar las prácticas, procedimiento y políticas del viejo estado y para ello tenemos que desenmascararlo, ponerlo en evidencia, desterrarlo. Se trata es de profundizar el proceso revolucionario Bolivariano que entre otras cosa pasa por un desarrollo del propio movimiento hacia practicas democráticas desde el pueblo y para el pueblo, evitando el riesgo del surgimiento de un burocratismo verticalista desde el estado que pueda terminar volcando la gente hacia el lado de la contrarrevolución.
  • Dos aspectos consideramos imprescindibles para abordar el debate contra el reformismo. En primer lugar hay que conceptuarlo, ubicarlo desde el punto de vista teórico, conceptual, marxista. Después debemos hacer un esfuerzo por precisarlo, descubrirlo, identificarlo en nuestra realidad Bolivariana, para finalmente ponernos de acuerdo para erradicarlo, combatirlo, aplastarlo.
  • Esto es así porque necesitamos alimentarnos (nos referimos a todo el pueblo) desde un plano filosófico general, de estos conceptos teóricos- prácticos, como el reformismo, porque no son una receta elaborada, siempre debemos estar elaborándolos. Son conceptos dialécticos, cuya operatividad es histórica, puesto que tienen que funcionar como instrumentos de análisis concreto de situaciones concretas.


El reformismo como concepto


  • Es una constante del pensamiento marxista clásico, establecer el criterio de que el reformismo forma parte de las características intrínsecas al sistema capitalista imperante. Ni a Rosa Luxemburgo, ni a Lenin se les ocurrió jamás que el reformismo fuese un malévolo invento de Bernstein y de Kautsky, sino que siempre consideraron que estos últimos no habían hecho mas que teorizar, generalizar, una praxis reformista ya profundamente extendida y arraigada en el movimiento obrero de los países capitalistas avanzados. Su polémica con Berntein y Kautsky tenía por ello, un objetivo principal por encima de la descalificación teórica de ambos dirigentes reformistas: oponer al desarrollo de las corrientes reformistas en la clase obrera la concepción revolucionaria marxista de la misión de los trabajadores. Oponer a las desviaciones de los grandes partidos obreros reformistas un núcleo revolucionario que pudiese convertirse en el instrumento de lucha de toda la clase por su emancipación.
  • El reformismo (que solo es la generalización de unas tendencia objetiva, interna, de la clase obrera), radica en la adaptación del pensamiento a las nuevas realidades producidas por el desarrollo histórico del sistema capitalista, perdiéndose en esta adaptación toda referencia teórica y practica al proyecto revolucionario global, de transformación socialista de la sociedad. Es decir el planteamiento reformista no tiene visión estratégica, de la sociedad que queremos construir, sus rasgos teóricos y prácticos son eminentemente coyunturalitas y aferrados a una solo forma de lucha y organización. La electoral.
  • El rasgo mas característico del reformismo consiste en que comprueba y aprueba escrupulosamente todos los elementos de adaptación del capitalismo, se vanagloria con los resultados transitorio que obtiene sobre todo en el ámbito economicista sin ver las contradicciones de este que no permite en su marco la posibilidad de desarrollo de la clase obrera para la Asunción del poder. Por el contrario para un marxista consecuente todo el desarrollo capitalista no es más que un proceso de reproducción siempre acrecentado de sus contradicciones, que obliga a tener en su mente y en su práctica los elementos necesarios para su destrucción.
  • La diferencia teórica entre reformismo y marxismo consecuente o revolucionario consiste pues en que el primero comprueba analíticamente los nuevos rasgo o elementos de adaptación que el capitalismo engendra inevitablemente para proseguir su desarrollo, mientras que el segundo los comprueba dialécticamente para negarlos, apoyándose en ellos mismos, en las nuevas contradicciones , mediante un proyecto estratégico socialista. De allí se genera el planteamiento estratégico, marxista de que aun sin haber conseguido todo lo que nos hemos planteado con el programa establecido en el texto de la constitución bolivariana, ya tenemos que pensar en transcenderla. Por eso es que la diferencia práctica entre reformismo y marxismo consecuente o revolucionario consiste en que el primero determina los objetivos del movimiento dentro de los límites mismo de esos nuevos elementos de adaptación del capitalismo, mientras que el segundo se propone siempre trascenderlo. Estableciendo los objetivos finales del movimiento obrero fuera, más allá de los límites del sistema capitalista.
  • Lenin en su trabajo sobre el movimiento obrero de Europa realiza un profundo análisis de este fenómeno y de sus incidencia en el movimiento obrero de la época, que nos parece pertinente tenerlo en cuenta .Por eso reproducimos a continuación una larga cita del mencionado documento:
  • El capitalismo es progresista porque destruye los viejos modos de producción y desarrollo de las fuerzas productivas, pero al mismo tiempo. Al llegar a un cierto grado de su desarrollo, comienza a frenar el incremento de las fuerzas productivas. El capitalismo desarrolla, organiza, disciplina a los obreros, pero también aplasta, oprime causa la degeneración, la miseria, etc. El propio capitalismo crea su sepulturero, el mismo crea los elementos de un nuevo régimen, pero a la vez, sin un salto, estos elementos aislados no cambian en nada el estado general de las cosas, no afectan en nada el dominio del capital. Los revisionistas consideran fraseología todos los razonamientos acerca de los saltos y del antagonismo de principio entre el movimiento obrero y toda la vieja sociedad. Ellos consideran las reformas como una realización parcial del socialismo”.
  • La burguesía utiliza dos métodos para persuadir al movimiento obrero en primero termino, el método de la violencia, el método que no admite concesión alguna al movimiento obrero, el método que apoya a todas las instituciones viejas y ya caducas, el método que rechaza rotundamente las reformas…….El segundo método es el liberalismo, el de los pasos hacia el desarrollo de los derechos políticos, hacia las reformas, las concesiones, etc…….Cuando la burguesía pasa al empleo de uno u otro método, no lo hace obedeciendo al calculo perverso de personas aisladas, ni tampoco por mera casualidad, sino en virtud del carácter profundamente contradictorio de su propia situación. Una sociedad capitalista normal no puede desarrollarse con éxito sin un régimen representativo consolidado, sin conceder ciertos derechos políticos a la población, que no puede dejar de distinguirse por sus exigencias culturales relativamente elevadas. Esta exigencia de un nivel cultural mínimo es originada por las condiciones del propio modo capitalista de producción……”.
  • “…….Aun mas peligroso para el movimiento obrero, engendrando un eco igualmente unilateral del reformismo burgués, es el oportunismo en el movimiento obrero. La finalidad positiva, real, de la política liberal de la burguesía (dice Pannekoek) es la de desorientar a los obreros, sembrar escisión en sus filas, transformar su política en un apéndice importante, de la siempre impotente y efímera política del supuesto movimiento reformista.”
  • Todas las causas del tipo indicado originan divergencias en cuanto a la táctica del moviendo obrero, dentro del medio proletario. Pero entre el proletariado y las capas de la pequeña burguesía que lindan con el (incluido el campesinado) no hay ni puede haber ninguna muralla de china. Se entiende que el paso de algunas personas, grupos y capas de la pequeña burguesía a las filas del proletariado no puede dejar de engendrar, por su parte, oscilaciones en la táctica de este”
  • Otros rasgos esenciales que caracterizan al reformismo tiene que ver con: desde el punto de vista del desarrollo de la economía hacia el modelo de planificación, el reformismo solo alcanza hasta donde llegue la posibilidad de conciliar con la burguesía. Esta de acuerdo con el desarrollo endógeno y la economía popular, pero no con una economía planificada controlada por los trabajadores. Esta de acuerdo con la cogestión pero no con la gestión. Esta en desacuerdo con la oligarquía (o parte de ella) pero estimula la gestación de una nueva burguesía criolla. En la lucha contra el imperio norteamericano, su pelea llega hasta el verbo mediático y a las maniobras diplomáticas, pero niega la preparación en todos los terrenos del pueblo para enfrentarlo. Estimula las reivindicaciones con las misiones y otras iniciativas populares, pero coarta la posibilidad de que estas sean realmente controladas y dirigidas por el pueblo. En fin el reformismo esta de acuerdo con el socialismo pero aquel que no elimine la propiedad privada y pueda conciliar las clases.


El reformismo en la revolución bolivariana
  • Tal como lo planteamos anteriormente, las practicas, conceptos y procedimientos reformistas están a la orden del día en nuestra revolución bolivariana, lo controlan y dirigen, varias son las razones para que esto suceda, siendo la principal el hecho de que nuestro proceso revolucionario surge con la alianza de un gran frente electoral que conjugaba fuerzas de todos los matices desde las mas conservadoras, las reformistas y por supuestos las revolucionarias. En la medida que la lucha se ha ido radicalizando y creciendo en calidad, los elementos más conservadores de la revolución se han ido separando del proceso y pasaron de conductores de la revolución a opositores de la misma. Los sectores reformistas ahora dirigen el proceso, para ello han tenido que radicalizar el discurso adaptarlo a las nuevas circunstancias, mientras sus teóricos tratan de conceptuar los avances del proceso reduciéndolo al marco coyunturalista.
  • Muchos ejemplos de las acciones practicas y teóricas del reformismo conseguimos por doquier, pero hay 3 de ellas (2 practica y 1 teórica) que nos parece determinantes por eso queremos ponerlas al descubierto. A.- La participación protagónica del pueblo es impulsado solo hasta donde no pone en peligro la dirección desde, las instituciones estadales, la acción no coloca al pueblo como protagonista (todo el poder para el pueblo) sino como un simple actor de reparto, cuyas acciones son secundarias. El pueblo no participa en la elaboración, ejecución y control de la gestión gubernamental, solo se le pide opiniones de sus necesidades y hasta se permiten acciones groseras como el reparto de bolsas de comida a cambio de votos. B.- La conciliación de clases y la componenda con sectores de la burguesía y hasta con el imperio, es un factor que esta determinando el reforzamiento de las posiciones reformistas y debilitando el empuje de participación conciente entre los trabajadores. Casos como el de la energía eléctrica en donde se despide a trabajadores que podrían colocarse al frente del proceso cogestionario de dicha empresa y aun mas dramático el caso de los trabajadores del central Pío Tamayo en donde el estado llega a acuerdos con los cañicultores terratenientes para detener la lucha de los trabajadores por la gestión de la empresa, son evidencias de la profunda conciliación de clases que esta acelerando el reformismo contra la posibilidad de conducción gestionaría de los trabajadores. C.- Uno de los principales teóricos del reformismo con incidencia en nuestro país es el alemán Heinz Dieterich. En su libro “bases de la democracia participativa” al referirse al sujeto histórico que debe conducir las revoluciones del mundo establece lo siguiente: “.-…….Este sujeto emancipador esta conformado por la comunidad de victimas del capitalismo neoliberal y de todos aquellos que son solidarios con ella. La clase obrera seguirá siendo un destacamento fundamental dentro de esta comunidad de victimas, pero probablemente no constituirá su fuerza hegemónica…….” Y mas adelante remata diciendo. “Como siempre en la historia la vanguardia de un nuevo proyecto histórico se constituye a través de su practica de lucha y la calidad teórica de su proyecto; no por autonombramiento ni por un acto de fe derivado de su posición estructural en el sistema social, “.
  • Estos y muchos conceptos que intentan adaptar el pensamiento a las nuevas modalidades del capitalismo aparecen en esta obra de Heinz, tomamos esta parte como ejemplo. Para Heinz el sujeto histórico solo esta determinado por una acción coyunturalista, el que en ese momento determinado sea mayoría y se coloque al frente del proceso ese es el sujeto histórico, no importa para nada, ni la posición estructural que ocupe en el sistema económico-social, ni el planteamiento estratégico de ese sujeto su programa y organización.
  • Marx y lenin, nos enseñaron lo contrario. La contradicción principal que deben resolver los pueblos por su emancipación es aquella establecida entre el capital y el trabajo. En la resolución de esta contradicción esta la base de la estrategia de los movimientos revolucionarios y el carácter de la revolución. Cualquier otra clase pudiese ser hegemónica en los procesos revolucionarios, pero mientras los trabajadores no se incorporen y se pongan al frente de los mismos, estos procesos no tendrán el carácter socialista que determinan los obreros.
  • Heinz como buen reformista a forzado los conceptos y los ha adaptado como dijimos anteriormente a los cambios imperados en el sistema capitalista y nos lo manifiestas como modernos, como nuevos a los cuales tengamos que adaptarnos y ponerlos en práctica.


Como enfrentar el reformismo



  • En primer lugar debemos tener conciencia de que la lucha contra el reformismo es esencialmente una lucha ideológica. Se trata de confrontar el planteamiento revolucionario que empuja la lucha por el socialismo científico, desde la perspectiva de una democracia protagónica y participativa del pueblo con la clase obrera conciente al frente de dicho proceso, contra los que nos plantean las reformas conseguidas como parte del socialismo, logradas con la conciliación de clases y y la defensa de la propiedad privada. En esta parte debemos tener presente que colocar la lucha política contra el reformismo como principal y no la ideológica pudiese atentar contra la construcción del frente antiimperialista y llevarnos a algunas planteamientos prácticos equivocados como aquellos que colocan la denuncia mediática al frente, por encima de la construcción y la propuesta revolucionaria.
  • Se impone en consecuencia un profundo debate en el seno del pueblo de todas estas concepciones que logre apretecharnos y colocarnos en posición de defender y empujar este proceso revolucionario en cualquier circunstancia.
  • En la actual coyuntura la pelea contra el reformismo esta determinado por la forma y la concepción de cómo desarrollar el nuevo estado. Aquí no podemos dar concepciones, el nuevo estado que estamos construyendo debe realizarse como dijimos al principio de este material con la participación política del pueblo en todos los quehaceres políticos, económicos y culturales, como protagonistas de su propia historia.
  • El nuevo estado diseñado en el texto constitucional constituye el acicate para acorralar las posiciones reformistas y poner en evidencia los planteamientos de institucionalizar la revolución amparada en las estructuras del viejo estado.
  • Finalmente queremos dejar constancia de nuestra profunda convicción de luchar sin descanso contra este mal, determinante y asfixiante de nuestra revolución bolivariana, desde el punto de vista teórico poniendo en evidencia las tesis como las de Heinz, que pretenden ser protagonistas del proceso y desde la practica ayudando a construir el nuevo estado desde las comunidades con iniciativas como la del municipio bolivariano.

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